BULBO DE CEBOLLA.
FOTOS: ERNESTO B. Mc NALLY C. (TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS/ALL RIGHTS RESERVED).
La cebolla es, al igual que el ajo, un
antibiótico natural. Es un vegetal y un bulbo, crece en diversos climas y ayuda
a mejorar la salud de las personas.
Aunque no se tiene certeza absoluta del origen de la cebolla, se cita
comúnmente el Asia Occidental y el norte de África. Persia, India y Egipto se
suman como los primeros lugares en donde se cree se utilizó la cebolla,
aproximadamente, más de 5000 años a d. C.
y; se propagó su uso con la Ruta de
Seda, señala la BBC.
Según la ONU, la cebolla se cultiva, en la
actualidad, en más de 175 países del mundo. China e India son los mayores
productores de esta hortaliza. Asimismo, se estima que la cebolla es el vegetal
más utilizado mundialmente en la cocina. El 85 % de la cebolla es agua y, hace
llorar a causa de una agente lagrimógeno denominado, sulfóxido de tiopropanal.
De acuerdo a la FAO, en los climas húmedos y fríos, las cebollas requieren de secados a
unos 30 grados centígrados.
Su uso no se reduce únicamente a la cocina.
También es utilizada para tratar el reumatismo, resfriados, diarrea, putrefacciones
intestinales, caspa, la caída del cabello y para evitar la coagulación de la
sangre; ya que la cebolla promueve el flujo sanguíneo. Asimismo,
es usada contra la hipertensión y las hemorroides.
La cebolla, o Allium cepa, tiene muchas
cualidades. Según diversas fuentes, actúa como un diurético, tiene funciones
antisépticas y reduce la agregación de
trombosis; regula el ciclo menstrual,
reduce los niveles de colesterol, triglicéridos y el ácido úrico en la sangre.
Además, parece favorecer el crecimiento, retrasar la vejez y reforzar las defensas orgánicas ante agentes
infecciosos.
La cebolla se relaciona con tratamientos
caseros para contrarrestar el crecimiento de las verrugas, aplicar en picaduras
de insectos, hongos y, hasta para la
piel y trastornos cardíacos. Precisamente,
por contener ácido glicólico, se usa para tratar el acné.
En la cebolla se encuentran la vitamina C, E y B6; el ácido fólico, el ácido glutámico
y el azufre; el potasio, hierro, cobre, selenio, zinc y el
fósforo. Se añaden, el calcio, el
magnesio, la lisina, la leucina y la argenina. Contiene igualmente,
agua, carbohidratos y fibras. La leucina, la argenina y la lisina son
aminoácidos necesarios para la formación y el mantenimiento de músculos.
En la búsqueda de una alimentación sana que
prevenga enfermedades, al igual que el ajo, la cebolla se cuenta entre los
alimentos aconsejados para evitar el cáncer; gracias a la acción de la
quercetina, el ajoeno y el sulfuro de
dialilo, que inhiben la formación de células cancerígenas. Esta aseveración ha sido objeto
de estudio en diversas universidades.
Finalmente, la cebolla parece neutralizar el
nerviosismo, se usa para el tratamiento de la diabetes, la obesidad, los
parásitos y la escasa formación de orina. Se estima, que al contener vitamina B1, la
cebolla evita el cansancio, la depresión y mejora el apetito.